Descripción
Sierra de Guadalupe Semiseco
Se recoge la uva en el momento óptimo. Tras el despalillado y prensado de la uva obtenemos los mostos. Añadimos las levaduras seleccionadas y los mostos fermentan a una temperatura de entre 15 ºC y 17 ºC. Una vez realizadas todas las fermentaciones y estabilizados los vinos, se realiza el ensamblaje de los mismos y se embotella el vino resultante junto con el licor de tiraje. Las botellas pasan a las cavas subterráneas (a una temperatura constante de 17 ºC) donde tiene lugar la segunda fermentación seguida de un período de crianza en contacto con las lías de las levaduras.
En total, el vino pasará un mínimo de 9 meses en la bodega, tras los cuales tiene lugar el removido (decantación de las botellas para facilitar la aglutinación y posterior eliminación de sedimentos) y el degüelle, momento en el que se extraen los sedimentos depositados tras la segunda fermentación.
Posteriormente se dosifica una cantidad de licor de expedición que determinará el contenido en azúcares residuales de este cava brut. Finalmente, se tapa la botella con un tapón de corcho.
Nota de Cata:
Color amarillo pajizo muy pálido. Burbuja fina y elegante, en nariz predominan los aromas afrutados típicos de las variedades tradicionales. Agradable, fresco y equilibrado.
Ideal como aperitivo, acompañando frutos secos, tartas saladas, canapés variados, etc.
Sierra de Guadalupe Semiseco:
Tipo: Cava Semiseco (D.O. Cava)
Variedades: Macabeo y Chardonnay
Alcohol: 11.50º
Temperatura de consumo: 5-6ºC
Bodegas Ruiz Torres
Bodega familiar que data de 1870, regentada por su cuarta generación. Han conseguido implantar un complejo cultural del vino donde se puede percibir todo el proceso que conlleva la elaboración y crianza del mismo.
La Bodega está situada en un enclave espectacular en la Sierra de las Villuercas, más concretamente en la Localidad de Cañamero, a 15 Km del Monasterio de Guadalupe, en la Provincia de Cáceres.
Los primeros datos recogidos de la Bodega se remontan al año 1870. Miguel Ruiz, elaboraba vinos al estilo tradicional de la zona con variedades autóctonas como la Alarije. Estas elaboraciones eran llamadas “Pitarras” y se vendían a los vecinos de la localidad.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.